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Sobre la amistad (Lo que se le olvido escribir a Aristóteles)

La amistad es un detalle tan trascendental e importante en cada uno de nosotros que sería casi imposible saber cuál es nuestra verdadera esencia, es como si fueran una parte de nuestro ser, que no pudiéramos funcionar sin ellos, “Sin amigos nadie querría vivir”[1], los amigos nos hacen más humanos, más reales, pero, que significa realmente esto.

Significa que somos tan dependientes y tan egoístas que necesitamos de alguien que nos haga sentir bien cubriendo necesidades básicas, llámese protección, amor o confianza.

Es cierto que hay millones de tipos de amistades, y todas estarán sujetas a los diferentes estilos de vida que se tenga, pero como tal, todas las amistades se pueden resumir a algo muy básico como los aduladores, egoístas o dependientes. Pero como los amigos se encuentran en nuestros momentos.

Los mejores momentos esencialmente no tienen que ser todos buenos, existen ‘malos’ momentos que funcionan, ayudan y aclaran más nuestros pensamientos que los momentos ´buenos’; es decir, que una amistad nunca nace por la necesidad de estar ‘bien’, cuando estamos bien nos importa un carajo los demás, pero, cuando estamos mal es exactamente en ese momento que nos damos cuenta que como seres individuales no tenemos nada, que para conocer nuestra esencia y valor necesitamos a alguien que nos ayude a comprender, entender y descifrar lo que somos.

La frase “para amar a alguien más te debes de amar a ti” es quizás uno de los consejos más comunes cuando se tienen problemas con sus novios o amigos; pero realmente es uno de los consejos más erróneos porque son esas mismas personas (amigos y/o novios) que sacan nuestro lado más cariñoso o el lado más oscuro; realmente uno se llega conocer cuando se está con alguien tan importante que nos saca de esa burbuja donde te imaginas tu valor como humano. Tu verdadero valor no lo conoces sino hasta que estas con tus amigos (puede ser que tu percepción de valor como persona aumente o disminuya, dependerá del caso).

Uno se puede mentir y creerse la mejor persona del mundo, creerse que el haría todo bien porque se imagina un mundo utópico en donde el individuo cree que haría las cosas de cierta manera, que reaccionaría de forma correcta pero no, no es así. Uno necesita los amigos para darse cuenta lo que realmente es, no digo que la cantidad de amigos defina tu calidad como persona; pero estamos sujetos a ser personas reales con la diversidad de amigos con la que podamos contar.

Un amigo necesariamente no te enseñara cosas buenas, la mayoría te empuja hacer cosas que normalmente no harías pero algo que si es cierto y es ley natural que nos hace humanos es que no tendrás un amigo que no satisfaga la necesidad de sentirte protegido, amado o confiado. Por lo menos una de esas tres es necesario satisfacer en una amistad.

Encontrar amigos es tener felicidad tangible.


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